Posts Tagged ‘Londres’

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Londres en 4 días – The End

junio 4, 2008

El Regreso

Aunque muchos ya conocían esta crónica, hemos querido incluirla en nuestra recopilación de viajes para contener en el blog todas las «aventuras» de estos fraggles.

Puede que a alguien le haya gustado, y es bastante más probable que a la inmensa mayoría le haya aburrido. A todos por igual, les recomiendo que hagan el viaje, se dejen las suelas de los zapatos por las calles de Londres, y lo disfruten al máximo como hemos hecho nosotros.

Para todos aquellos interesados en más detalles (horarios, precios, etc.), no duden en ponerse en contacto con nosotros. En general, según nuestros cálculos el viaje nos ha costado unos 750 euros cada uno, comidas y souvenirs aparte. Sí, Londres es MUY caro.

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Londres en 4 días (Part Six)

junio 4, 2008

24 de Septiembre de 2007

Bueno, el título correcto para esta entrada quizás debería de ser Oxford en 1 día, pero por mantener un poco la coherencia de los títulos, hemos decidido llamarlo así.

Oxford

Lo dicho. El quinto y último día de nuestra visita en Londres, decidimos dedicarlo a visitar la famosa ciudad universitaria. El planning inicial era madrugar e ir temprano a ver el Science Museum, pero como ya estábamos un poco cansados, decidimos dejarlo, levantarnos un poco más tarde y aprovechar mejor el día el Oxford.

Oxford es una antigua ciudad universitaria que se encuentra a unos 90 kms de Londres. La mejor forma de ir hasta allí es coger el tren. Compramos los tickets de ida y vuelta en una expendedoras (25 € c/u jarlll) y el desayuno en la estación: unos donuts y unos capuccinos que estaban a 570 grados Celsius más o menos. Si no me falla la memoria, tras disfrutar de la campiña inglesa (central nuclear incluida) en una hora estabamos en Oxford.

El principal encanto de Oxford es el aspecto de que por allí no ha pasado el tiempo desde hace 50 años. No he estado en otros lugares de Reino Unido salvo el comentado Londres, pero la verdad que Oxford es realmente encantador. Lo que se puede hacer por allí como turista, es visitar todos los colegios que albergan a los estudiantes durante el curso escolar. Son antiguas (pero no por eso descuidadas) residencias con jardines, capillas, comedores, etc. que albergan un interesante conjunto artístico.

Calles de Osxford

Dimos una pequeña vuelta y decidimos que comenzaríamos visitando el Christ Church College. Para todos aquellos que les guste Harry Potter, reconocerán varios lugares que han salido en la películas: las localizaciones del hall y el comedor de Hogwarts fueron sacadas de aquí. Brutal especialmente este último, era igual que en la peli solo que sin hechizo que mostrara el cielo en el techo :-).

Christ Church

Tras salir de aquí, tocaba almuercito. Fuimos al típico restaurante inglés: el Pizza Hut :-P. La verdad que nos atendieron de maravilla (tanto que hasta dejé propina). Nosotros fuimos de estirados y comimos como en un restaurante normal, pero si quieres ahorrarte un dinerillo, por unos 5 o 6 de pounds tienen un buffet libre de pizza en el que puedes comer hasta explotar.

Con la siesta en la venas nos fuimos a la siguiente parada del día: La Radcliffe Camera y la Bodleian Library. La visita es guiada y lleva cerca de dos horas. El guía te va contando la historia de ambos edificios y explicándote la arquitectura (only english). Me gusto especialmente la Bodleian, que es una gran biblioteca en el que hay libros de varios siglos de antigüedad. Las salas son usadas por personas mientras las estas visitando y respiras un ambiente universitario de gran respeto a la cultura. Me gustó mucho esa sensación. A pesar de estar en la era de internet, allí siguen usando enormes y viejos tomos como fuente de información.

Campiña inglesa

Cuando acabamos la visita ya estábamos destrozados, así que decidimos ir a por el tren, no sin antes gastarnos dinero en las librerías y tiendas de souvenirs de Oxford. Regresamos a nuestro hotel en Londres y preparamos las maletas para acostarnos temprano. Al día siguiente se acababan nuestras vacaciones y teníamos que volver a España :-(.

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Londres en 4 días (Part Five)

junio 4, 2008

23 de Septiembre de 2007

Al amanecer del tercer día, decidí que ya no quería saber más del English Breakfast del hotel. Salimos temprano, antes de que el metro se saturara, al mercado de Camden Town. El mercado abre a eso de las 10 así que como madrugamos, desayunamos en una cafetería cerca del metro.

Llegar temprano tiene la desventaja de que no hay aglomeraciones de gente a la que seguir, así que estábamos bastante desorientados. Comenzamos a bajar por la calle y a descubrir las originales fachadas de las tiendas más góticas que he visto nunca. La verdad es que a pesar de lo que nos habían dicho, y como “especialista” en ropa de mercadillo, allí no encontré gangas en ningún lado.

Camdem Market

Cruzamos el Camden Lock (el puente), y visto que allí se acababan las pintorescas fachadas, decidimos regresar por el otro lado de la calle. Por muchos puestos que hubiese, aquello no dejaba de resultarme extraño. Habíamos oído hablar de puestos de comida, tiendas en las que no se podía sacar fotos del interior y muchas muchas más tiendecillas. Pero por más vueltas que dábamos, no encontramos nada más. Llegados nuevamente al comienzo de la calle, miramos la guía y decidimos regresar atrás y caminar un poco más allá a ver si dábamos con todo ello.

Y así fue, pasado nuevamente el puente encontramos la entrada al Camden Stables. Un mercado laberíntico de calles estrechas y minipuestos. Estuvimos algunas horas perdidos allí dentro, hasta casi la hora de comer. La mejor comida que hicimos en Londres fue sin duda en Camden. Moe optó por la japonesa y yo me quedé con el chino, pero allí había para todos los gustos; turca, musulmana, española, cubana, brasileña… que cantidad de olores en un espacio tan pequeño.

Camden Market

Después de haber comido, y con las compras de rigor a cuestas, nos fuimos al Museo del Saqueo British Museum. En apenas dos horas recorrimos buena parte. El museo es ENORME y puedes pegarte pasillos enteros viendo platos y ánforas romanas. Para gente como Moe, algunas horas más hubiera estado bien. Para mí que iba con los pies reventados y que solo me interesaban las atracciones principales, tuve suficiente.

El principal problema fue que a las 17:00 había un Tour de Harry Potter al que queríamos ir, de ahí la prisa. De haber sabido que el tour era tan malo, nos hubiéramos quedado el resto de la tarde en el museo y verlo quizás con más calma y disfrute.

En fin, hablando un poco del museo pues…que decir. La mayor atracción está al entrar a la izquierda. Allí encontrarán enormes piezas egipcias, asirias y griegas. Las estrellas son fundamentalmente la piedra Rosetta y el Partenón griego. En las plantas superiores hay una gran colección de piezas de la antigua roma y del medievo. Y también hay un ala dedicada a la historia de Asia. El museo es inmenso, aunque sigo opinando que no tanto como el Louvre.

British Museum

A las 17:00 estábamos ya esperando por el guía para el The Real World of Harry Potter tour. Para mi fue lo más decepcionante del viaje. Que nadie espere que lo van a llevar a las localizaciones o a lugares que evoquen al libro. Sinceramente, lo que cuenta ese hombre poco tiene que ver con el libro en mi modesta opinión. Una caminata de casi dos horas donde un señor vestido de forma variopinta hace cutres trucos de magia y en la que tan solo dos de las paradas podrían recordar remotamente al relato de J.K. Rowling. En fin, para no recomendar.

Al final del día, cuando por fin llegamos al hotel, dudaba de que pudiese volver a caminar. Me tiré en la cama, y cuando media hora más tarde me iba a levantar para ir a la ducha casi me caigo. No tenía fuerza ninguna, la única ventaja es que no tenía ni roces ni ampollas de los zapatos. Todas las mañanas antes de salir procuraba vendarme en tiritas 😛 (Gasté una caja completita).

Esa noche, Moe trajo la cena del chino que acompañamos con malísima televisión inglesa. Al día siguiente creo que amanecí en la misma posición en la que me dejé caer en la cama.

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Londres en 4 días (Part Four)

junio 4, 2008

22 de Septiembre de 2007

Tras una noche en la que recuerdo haber tenido pesadillas debido a lo mala que es la televisión británica, despertamos el sábado 22 para empezar el tercer día de nuestro viaje. Full-English-breakfast-with-no-beans (que salado estaba el bacon!!) y de cabeza al metro.

Empezamos el día con una visita obligada al Big Ben y a las afueras del parlamento. La torre del reloj y susodicho edificio forman un conjunto majestuoso. Creo que al menos el parlamento se puede visitar previa reserva, aunque nosotros habíamos decidido de antemano que no íbamos a hacerlo, lo que no quita que nos sacáramos las fotos de rigor por fuera y nos detuviéramos unos minutos a observar el chiringuito.

Big Ben

La Abadía de Westmister está al lado del Big Ben. Aquí si que entramos. La abadía es una gigantesca construcción del primer gótico inglés. Dentro no se pueden sacar fotos, aunque hasta que nos leímos el folleto que nos dieron con la entrada, nosotros estábamos felices con la cámara en la mano :D. En su interior puedes observar unas impresionantes vidrieras y tumbas tanto de artistas ingleses del pasado como muchos de sus soberanos. Anexo a las naves de la iglesia hay un claustro y un pequeño museo. Muy bonito todo. Yo estimo que en total estuvimos unas dos horas allí.

Al salir de la abadía nos dirigimos a ver al cambio de guardia en Buckingham Palace. La idea inicial era ir paseando por St. James Park hasta el palacio. Al final tuvimos que ir a paso ligero por las calles para llegar solo diez minutos antes del cambio de guardia. Grosso error: pese a ser temporada baja (finales de septiembre), había una gran aglomeración de turistas, así que verlo lo vimos, pero de lejos. Aun así, Elwen se pegó unas fotos bastante buenas cuando pasaron los guardias a nuestro lado, pero de lo que pasaba dentro del patio de armas, ni nos enteramos.

Cambio de Guardia

De allí salimos rumbo a Notting Hill (si, como la peli!!) a gastar dinero. El mercadillo de Portobello Road es inmenso. En él puedes encontrar de todo, desde antigüedades hasta comida. Por haber, habían hasta unos españoles que vendían raciones de paella. Si eres de los que disfruta en los mercadillos, te lo pasarás pipa aquí. Yo solo recuerdo que me dolían un montón los pies.

Notting Hill

Comimos y nos dirijimos a la que iba a ser la penúltima parada del día: El Natural History Museum.

El museo de historia natural es una peacho edificio en el que puedes encontrar grandes colecciones de animales, plantas y rocas. Yo disfruté como un enano viendo dinosaurios. Es difícil organizarse una ruta, porque casi siempre hay que volver al hall para ir a otra sección del museo. En la parte dedicada a la geología terrestre tienes un simulador de terremotos que, al menos a mi, me decepcionó un poco. Aun así, un visita recomendada :-).

Salimos de allí y como todavía nos sobraba tiempo, nos dirigmos a Harrods, los famosos almacenes de Mohamed Al-Fayed situados en Brompton road. Aunque no compres nada vale la pena entrar. Todas las plantas se encuentran estupendamente decoradas con motivos egipcios. Tienen una planta en la que venden souvenirs en la que puedes comprar una bolsa de los grandes almacenes y meter dentro una camiseta de mercadillo para quedar como un rey(no me hago responsable si te pillan xD). También hay un rincón con un memorial dedicado a Lady-Di y Doddy Al-Fayed (por si eres un fan de la princesa).

Harrods

Y bueno, de aquí regresamos a la zona del hotel. Cenamos en un pizzería To-Take-Away regentada por rumanos en la que el queso mozzarella, literalmente, no sabía a nada (yo creo que era un negocio de blanqueo de dinero) y nos fuimos a la cama a descansar.

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Londres en 4 días (Part Three)

junio 4, 2008

21 de Septiembre de 2007

Desperté, como iba a empezar a ser habitual, con el olor del desayuno entrando por algún misterioso respiradero de la habitación. El desayuno inglés que ofrecía el hotel no estaba mal, así que cargamos pilas muy tempranito y nos fuimos en metro hasta la parada del Madame Tussauds.

Habíamos comprado las entradas por internet con antelación en una oferta que incluye el London Eye. El único requisito de la oferta es que tienes que ir primero al Madame Tussauds y allí es donde te dan tu entrada para el London Eye. El ahorro económico fue la principal ventaja de esto porque desde luego el ahorro de tiempo creo que es más bien escaso. Nosotros reservamos entrada para las 10:00 en el Madame Tussauds pero igualmente estábamos allí a las 9:30 haciendo cola para recoger las reservas.

Dicha esta retahíla, comienzo con la opinión del sitio en cuestión. La verdad es que nos divertimos un rato, cuando uno ve tanto famoso dispuesto a sacarse una foto contigo acabas haciendo el gilipollas tonto. Donde único lo pasé verdaderamente mal fue en The Chamber Live. Soy terriblemente miedosa pero Moe me engañó para entrar. No lo había pasado tan mal en mi vida, salí de allí llorando, sudando frío, temblando de arriba a abajo y con el brazo de Moe desmembrado. Para aquellos que gusten de este tipo de cosas, 100% aconsejable. Como ya digo el museo en general es estupendo pero muy pequeño para el alto precio que se paga.

Madame Tussauds

Después de recuperar la compostura, nos fuimos hasta el London Eye. La verdad es que contra todo pronóstico íbamos bien de tiempo y no pillamos cola para subir a la mega-noria. Éste era otro de esos momentos “tensos” de la jornada, subir a 135 metros de altura con vértigo. Pero lo cierto es que me sorprendió gratamente que dentro de aquellas cabinas uno se sintiese bastante seguro. El día estaba despejado para ser Londres y las vistas increíbles. El viaje al final dura escasamente media hora y se paga caro (como todo allá). Cuando vas bajando te avisan de que mires a las cámaras que te van a sacar una fotito. Otro sablazo que la verdad mereció la pena porque quedamos monísimos ¿a que si?

London Eye

Al bajarnos de la noria, nos encontramos con que justo enfrente había una exposición de Star Wars. Así que como buenos frikis que no dejan pasar la oportunidad, entramos a ver que se cocía. El “museo” estaba bastante vacío, no sé si por la hora o por la temática. El caso es que lo vimos a nuestro antojo y sacamos muchas fotos. Había cantidad de maquetas, bocetos, trajes, naves y todo tipo de material sobre las seis películas de George Lucas.

Ya era mediodía cuando nos encaminamos hacia el Tower of London. Allí almorzamos en un Subway, compramos nuestras entradas y descansamos un rato antes de entrar. Mientras Moe gastaba teléfono yo me puse a intentar sacar fotos a los cuervos de la torre, quería traerme uno pero no me dejaron :oP

La mayor atracción de la torre de Londres, aparte de los cuervos, son las joyas de la corona. La paciencia casi se me agota pasando una sala tras otra en cola mientras te bombardean a videos de la reina. Total para unas cuantas coronas y cetros que tampoco me dejaron traerme de souvenir. El sitio en general lleva su tiempo para visitar, numerosas estancias de diferentes reyes, la armería, los beefeaters y pequeñas representaciones cómicas.

La jornada empezaba a notarse en el cuerpo así que acabamos sentados junto al Támesis contemplando el Tower Bridge. Muy romántico para que negarlo 😉

Tower Bridge

Teníamos intención de quedarnos allí y esperar hasta la hora del tour nocturno de Jack el Destripador pero nos sobraban unas dos horas y empezaba a hacer frío, así que decidimos ir al hotel, descansar y cambiarnos.

A las 19:30 era el tour Jack the Ripper Haunts que organiza London Walks. Lo cierto es que allí había más gente de la que esperábamos, muchísima. De manera que dividieron en dos grupos, por suerte (al menos en mi opinión) nos tocó la guía que hablaba un inglés entendible. El tour te lleva por los lugares de los asesinatos y te va contando un poco de la historia de aquella época. Quizás esperaba otro tipo de cosa pero estuvo bien.

Con esto concluyó para nosotros el día. Una jornada sin duda agotadora.

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Londres en 4 días (Part Two)

junio 4, 2008

20 de Septiembre de 2007

Nuestro vuelo salía puntual de Tenerife Norte a eso de las 7:20. Tras, aproximadamente, dos horas y media aterrizábamos en Barajas y nos poníamos a la aventura en busca de nuestra puerta de embarque. Se suponía que nuestro vuelo salía de la fantástica Terminal T4, pero no, al poco descubrimos que teníamos que buscar algo que se llamaba T4-auxiliar. Ahí es nada: tuvimos que coger una especie de metro para llegar y caminar un rato hasta encontrar nuestra puerta de embarque. Tras unos 20 – 25 minutos, al fin la encontramos y nos sentamos a recuperar el aliento. Nuestro vuelo destino Londres se retrasó unos 40 minutos, con lo que disfrutamos viendo despegar aviones durante un rato.

Londres

El vuelo a Londres (operado por British Airways) transcurrió con normalidad. Incluso nos ofrecieron almorzar a bordo (y gratis!!) pero a ninguno de los dos nos hacía demasiada ilusión el sandwich de pollo que nos daban y declinamos. A eso de las 15:00 aterrizábamos en el caótico aeropuerto de Heathrow. Yo pensé que no había nada peor que Barajas, pero me equivocaba. Digna mención los 30 – 40 minutos que estuvimos esperando por las maletas. Tras recogerlas (ya temía que no hubieran llegado) nos fuimos de cabeza al metro.

El metro de Londres es uno de los peores en los que he estado, pero aún así es el mejor medio para desplazarse por la ciudad. Nosotros habíamos elegido como opción para nuestros desplazamientos una Oyster Card. Una tarjeta recargable que agiliza mucho la entrada y salida del metro y que te asegura viajar durante el día gastando el mínimo dinero. En la ventanilla de la estación y todavía no se debido a que, al final nos encasquetaron dos Oyster Travelcard, que básicamente es lo mismo, pero está pensada para turistas. Te permite viajar durante un número determinado de días las veces que quieras y es un poco más cara, aunque su funcionamiento es igual que la Oyster y externamente no se diferencian. Tras pagar un suplemento aparte para poder viajar por la zona 6 , nos metimos en el metro con los bártulos a cuestas.

El trayecto duró una hora hasta King’s Cross St. Pancras. Nuestro hotel estaba al lado de la estación y no nos costó demasiado encontrarlo. El recepcionista debía tener un sexto sentido o no esperaba a nadie más, porque ya sabía que éramos nosotros. Nos dijo la hora del desayuno (7:30 – 9), nos entregó la llave y nos dijo que le pagáramos más adelante, que no había prisa. Buen rollito.

Colocamos nuestras cosas, nos sentamos un rato y nos fuimos al metro a ver si realmente Londres era como nos habían contado.

Esa tarde teníamos pensado pasar por varias tiendas e ir a Picadilly Circus. Al final decidimos no ir a Harrods ese día, porque quedaba un poco a trasmano, y ver el resto. Destacar que estuvimos en el Primark de Oxford Street, que es como un megaZara con ropa de cierta calidad a precios asequibles y en Forbidden Planet, una megatienda friki en la que puedes comprarte desde la réplica de una espada laser hasta unos cromos de Pokemon pasando por libros, cómics, camisetas… En fin, dos plantas en las que dejarte el alma y el sueldo.

Picadilly Circus

Tras hacer un poco el cabra, nos dirigimos a Picadilly. Allí estuvimos un rato sacando fotos y viendo los neones iluminados al más puro estilo Blade Runner. Cenamos a lo super-size-me en el McDonalds y nos piramos al hotel a descansar. El día siguiente iba a ser muyyy largo.

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Londres en 4 días (Part One)

junio 4, 2008

Intentar condensar Londres en cuatro días y medio no es tarea fácil, y menos si uno de esos días es una visita a Oxford. En tal caso pueden ocurrir dos cosas; que no veas ni la mitad o que acabes con los pies reventados. En nuestro caso se ha dado la tercera opción, no vimos todo lo que queríamos ver y acabamos molidos.

La verdad es que no tengo claro como abordar un tema lleno de tantas visitas y detalles pero haré un esfuerzo por todos aquellos interesados en visitar Londres en general y marujear sobre nuestro viaje en particular xD.

The Beginning

Cuando uno se organiza su propio viaje debe empezar al menos uno o dos meses antes. Que nadie se crea eso de que esperar a las ofertas de última hora es mejor, personalmente me parecen una gran mentira.

Nuestro «viaje» comenzó allá por julio cuando terminaron los exámenes y cuando además disponíamos del dinero suficiente para el billete y la reserva del hotel. A mi particularmente esta parte me resulta entretenida y hasta divertida. Generalmente pasamos una o dos semanas buscando las mejores opciones, pero esta vez Moe se hizo cargo casi por completo de la tarea.

Volamos con Iberia-British Airways en un vuelo con escala Tenerife-Madrid-Heathrow con ida el 20 y vuelta el 25 de Septiembre. Lo cierto es que habían opciones ligeramente más baratas, ésta nos costó 233€ ida y vuelta por persona, pero los incovenientes no compensaban con la diferencia de precio. Una de estas diferencias era ir a otro aeropuerto cercano a Londres (Gatwick o Luton), sin embargo Heathrow es al único que llega la red de metro y eso a la larga se nota en el precio.

Otra de las cosas que hay que mirar con tiempo es el alojamiento. Londres es jodidamente muy caro en alojamiento y la relación calidad precio tampoco es precisamente buena. Existen dos opciones; quedarse lejos del centro y gastar tiempo y dinero en transporte, o pagar algo caro y quedarse en el centro. Nuestra opción fue un amago de algo intermedio llamado The Jesmond Dene Hotel. La verdad es que el sitio está muy bien; es limpio, está bien comunicado, en una calle tranquila y con una cama muuuyyy cómoda. (©Peke Recomended)

A la vez que teníamos los billetes y el hotel lo que quedaba era elegir la ruta a seguir. No sé si todo el mundo lo hace en sus viajes pero nosotros es algo que llevamos dos años poniendo en práctica y nos ha ido bastante bien. Generalmente lo que hago es un planning como el que muestro más abajo con todo lo que queremos ver organizados por días y horas. ¿Por qué lo hago? Principalmente porque hay atracciones y museos que cierran determinados días y/o son más baratos según a la hora a la que vas. No es algo que sigamos a rajatabla, de hecho algunas cosas se cambiaron o no se hicieron, pero es una buena guía para no perder el tiempo en «¿y ahora qué hacemos? ¿adónde vamos?».

Planning del Viaje